Entre bonos y vales estrenan a Lydia
Protesta el disciplinado Hospital General
1.- Hoy en día todo movimiento social del tipo que sea y particularmente si es de protesta atrae la atención de los medios de comunicación por la nueva dimensión que han adquirido los Derechos Humanos, el principal de ellos la libertad de expresión, la oportunidad de manifestarse, así sea inconsistente el reclamo de una postura algunas veces inconsistente, absurda o arbitraria. En el caso de los trabajadores de la Secretaría de Salud tal como están las cosas pareciera que es un instrumento de la dirigencia sindical de la Sección 51 para hacerse visible ante sus nuevos patrones.
Una “estrenada” como se dice en la jerga sindical, para que reconozcan su capacidad de mover a los agremiados, que “valoren” su desempeño y el servicio que prestan como “contenedores” de la fuerza laboral.
La estrategia al parecer les resultó con sus anteriores patrones que en algún momento pagaron en efectivo los tan traídos vales (bonos de fin de año) y otros incentivos inconfesables. Lo absurdo de haber accedido a esa medida es que de alguna manera al transformar ese recurso en dinero, lo que hicieron fue incrementar el aguinaldo, o dicho de otra forma “dobletearon aguinaldo”.
Abordamos este tema, porque algunos lectores nos manifestaron su pesar porque creían que los asalariados del referido movimiento no percibían aguinaldo y que era injusto que les otorgaran esta prestación en especie, y no es así.
Por lo pronto los trabajadores de la Secretaría de Salud empezaron a recibir el bono de fin de año que les proporciona el Gobierno Federal, el cual en promedio anda en once mil pesos. Estos vales son canjeables en medio centenar de firmas comerciales de diferentes niveles, permite a los beneficiarios adquirir desde ropa, calzado, alimento, aparatos electrodomésticos, laptops, celulares, producto de farmacia, desde luego comestibles en tiendas de autoservicio, carnicerías, y en firmas de otras ciudades como es el caso de Sanborns, Walmart, Sams, etc.
Sin embargo, pese a las explicaciones legales que la Secretaria Lidya Madero García ha externado y que justifican plenamente la no intervención del Gobierno Estatal, la titular de la Secretaría de Salud ha ofrecido revisar y ver de qué manera pueden proporcionarles algún apoyo.
Quienes han seguido el tema con interés, están enterados que los vales son proporcionados por el Gobierno Federal emitidos a través de la Secretaría de Hacienda, de tal manera que los asalariados del sector salud no son los únicos, convertir los bonos en dinero es un delito, equivale a usurpar las funciones de la SHyCP.
2.- Tema muy diferente es el de los trabajadores del Hospital General que este miércoles buscarían al gobernador Francisco García Cabeza de Vaca en un evento a celebrarse en el Casino Victorense para plantearle su problema. Resulta que mil 600 elementos de esa unidad hospitalaria sufrieron un recorte en su aguinaldo al pasar la institución a ser Organismo Público Descentralizado, perdieron días por este concepto.
Aquí la cuestión es que esa situación proviene de varios años atrás (1997) y las administraciones estatales les han cubierto la diferencia. Explican que los hospitales del Estado pagan 90 días de aguinaldo, cantidad que ellos percibían antes de la descentralización ahora sólo reciben 40 días en dos partes, 20 en diciembre y otros 20 en el año inmediato.
Lo que son las cosas, aquí no se ha parado Blanca Valles que es la dirigente y a la que le hacen un llamado a través de la prensa para que asuma su responsabilidad como dirigente sindical, necesitan su gestoría, y por otra parte algunos trabajadores se dijeron dispuestos a recibir la diferencia que les falta en vales (los que desprecia la Sección 51), aunque no es ese el procedimiento.
El Hospital General como parte del sistema político estatal es disciplinado y en todos los tiempos arreglado a través de la dirigencia institucional personificada en Blanca Guadalupe Valles Rodríguez, quien ha sido dos veces diputada local por el PRI y por ello doblemente fiel a los gobiernos priistas.
Aunque hasta ahora la protesta del Hospital General no afecta su operación, no van a perjudicar a los pacientes, dijo la enfermera Margarita Juárez, quien a nombre de sus compañeros reclaman la presencia de la Secretaria General del SUTSPET.
Ana Luisa García García
(15-Nov-1950) es licenciada en Periodismo por la Universidad Veracruzana generación 1969-1973.
Ejercicio profesional en los siguientes medios: El Dictamen de Veracruz, El Diario de Cd. Victoria, El Universal y Ovaciones en la Cd. de México, El Heraldo de Tampico. Autora de la columna Argot Político en El Mercurio de Tamaulipas (1988-1989) y de la columna Presencia publicada en La Verdad (1987-2016) y en diferentes portales informativos.
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